Empezamos el día con el entrenamiento de fútbol en el campo grande. Tras ejercitarnos con los pases de interior, hicimos un rondo en el que debíamos realizar el ejercicio con velocidad evitando que nos robe el balón el compañero situado en el centro. Pase y control era la técnica insistida y que llevamos trabajando durante el curso de verano.
Añadimos dificultad con un compañero fuera del rondo desmarcado frente a la portería. Al robar el balón, el del centro debía pasar a este compañero que al coger el balón dispararía a puerta pegando lo más posible a los palos.
Después trabajamos los pases largos de empeine, recordando que hay que golpear al balón en la parte baja para hacerlo subir y la posición del cuerpo para lograr mejorar el golpeo.
En el siguiente ejercicio hemos descubierto el control orientado: controlar el balón dirigiéndolo hacia la portería de forma que nos ponemos en predisposición para disparar a portería.
Y hoy para protegernos un poco del calor tan sofocante, hemos estado jugando a unos juegos de mesa. Aunque ha costado entender algunos de ellos, hemos pasado un rato divertidisimo intentando hundir la flota enemiga y conectando nuestras fichas de cuatro en cuatro.
Además no ha podido faltar la guerra del agua para empaparnos y aliviar un poco los efectos del sol. Siempre es divertido jugar con las pistolas de agua, y más si los profesor juegan también.